NUTRIENTES que no
debemos tirar a la basura:
Vitaminas A y C. En
la piel comestible de las frutas, así como en las hojas y zonas más externas de
las hortalizas, se concentra de 3 a 5 veces mas vitamina C que en la pulpa.
Fibra insoluble. Este
tipo de fibra se concentra en la piel comestible de las frutas (manzanas,
peras, melocotones, ciruelas...) y es muy abundante en hortalizas como
alcachofas, espinacas, acelgas, judías verdes, lechuga, zanahoria y tomate. Es
un tipo de fibra que forma con el agua mezclas de baja viscosidad y que apenas fermentan
las bacterias intestinales. Aumentan el bolo fecal y aceleran el tránsito
intestinal.Antioxidantes. Diversos estudios
muestran que parte de los polifenoles, además de los carotenoides, se
concentran más en la piel coloreada de las frutas que en su pulpa.
Los puerros, las
cebolletas, el ajo tierno: las partes más
verdes tienen un contenido más
clorofila. Al
ingerirla nos oxigena y desintoxica.
Además de ofrecer un
buen aporte en vitamina A, C, magnesio y fibra insoluble, estas hojas verdes
son BAJAS EN FOODMAPS, al contrario del bulbo que es lo que comemos.
¿QUÉ PUEDO
UTILIZAR?
La parte
superior de los puerros, la piel y el corazón de manzanas y peras, la capas
exteriores o cáscaras de las cebollas, la vaina de guisantes y habas, la piel
de los calabacines, hojas y restos de verduras verdes, parte superior de nabos,
chirivías y raíces. Las
pieles de ajo, las hojas externas de las lechugas, los tallos de brócoli.
¿CÓMO LO HAGO?
Guarda un bol en la nevera. Cada vez que peles
una zanahoria, una patata o una cebolla, añade esas pieles o recortes al bol. Cuando
tengas medio kilo o un kilo de restos hay que limpiarlos muy bien.
Para maximizar la extracción del sabor, corta
los vegetales a trozos pequeños.
En una bandeja de horno asa las verduras a 150º
hasta que cojan color, y tuesta las pieles.
También puedes hacerlo en la misma olla con un
poco de aceite. Añadirá profundidad al sabor del caldo
Además el asado de las
pieles, tallos de frutas y verduras es una manera sencilla de ablandar sus
partes más duras y facilitar la extracción de sus aromas y sabores.
Una vez tengas las hojas y pieles doradas, ponlas
en una olla con agua caliente, hasta que queden cubiertas. Cuece a fuego lento
2 horas.
Luego deja enfriar a temperatura ambiente.
Cuélalo, y ahora ya puedes tirar los restos vegetales.
Prueba a mezclar pieles de calabaza y de
manzana. Añade al final un chorrito de vino, y unas hierbas frescas bien
picadas: cilantro, perejil o cebollino. Le dará frescor y aroma.
Puedes congelar partes para tener así siempre
un fondo de verduras a mano.
Este caldo de restos le dan una segunda vida a
los desechos vegetales, y por otra parte aprovechamos todos los nutrientes que
suelen estar en las partes mas externas de las verduras.
Esta receta de caldo de verduras
tiene mil variaciones porque va a depender de la "basura orgánica" que hayas generado en casa en los
últimos días.